En el centro palpitante de este país nace un cruce de caminos, memorias y futuros. Aquí, el barroco conversa con los rascacielos, y los volcanes milenarios vigilan los pasos del presente. Las ciudades y pueblos de esta región no son solo destinos: son guardianes de relatos, ritmos y resistencias.
La Ciudad de México, esa metrópoli que nunca duerme, vibra al compás de juventudes que reinventan el arte, la música y la vida cotidiana. En sus barrios se entrelazan los ecos de Tenochtitlan con los murales urbanos de la Roma, los danzones de la Ciudadela con los beats electrónicos de Iztapalapa. Aquí, la calle es galería, el transporte aéreo —como el cablebús— es un mirador popular, y los mercados de diseño de fin de semana se convierten en escenarios de moda ética y creativa, donde el diseño contemporáneo florece de manos locales.
Más allá, pueblos mágicos como Tepoztlán, Cuetzalan o Taxco conservan los saberes de sus ancestros entre empedrados y aromas de mercado. Las montañas del Centro guardan nieblas y fuegos dormidos, mientras sus campos nos regalan el sabor de agaves, maíces criollos y frutos de tierra fértil.
Esta región no solo es un territorio para visitar: es un mapa vivo de las múltiples almas de México.
Una sinfonía de historia y creación que late entre pirámides, volcanes y murales callejeros.
Experiencias con alma en el Centro con Malinali Travel:
- Caminar por la mítica Calzada de los Muertos en Teotihuacan, donde el cielo toca la tierra.
- Seguir las huellas de Frida Kahlo y Diego Rivera, donde el arte fue revolución y ternura.
- Admirar el amanecer en kayak por los canales sagrados de Xochimilco.
- Recorrer en bicicleta los barrios creativos y coloridos de la CDMX.
- Bailar danzón entre generaciones en la Ciudadela, al ritmo del corazón antiguo.
- Visitar Iztapalapa en cablebús, sobrevolando la vida de un barrio que se reinventa.
- Hacer un tour de arquitectura entre lo colonial, lo moderno y lo efímero.
- Caminar con un especialista en muralismo urbano por las calles de la Roma.
- Descubrir el diseño local en los mercados itinerantes donde arte, ropa y conciencia van de la mano.
- Comer en el mercado del pueblo mágico de Tepoztlán, entre copal, tortillas al comal y frutas sagradas.
- Subir el volcán Nevado de Toluca, santuario de nieves y estrellas.
- Visitar Cantona, la ciudad de piedra entre cactus milenarios.
- Caminar entre biznagas y mezquites en la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán.






